jueves, 14 de febrero de 2013

Formas de obtener un bonsai.

Existen varias formas o maneras de obtener un bonsai, el tiempo de tenerlo listo va a depender de la forma como sea conseguido.

  • Iniciemos describiendo la manera más larga de conseguir un bosai.  Esto es desde la plantación de semillas.  Ojo!, ya se especificó en otro tema que las semillas para bonsai no existen, sin embargo si hay semillas de especies que "pueden" llegar a ser un bonsai, si estos se trabajan con las ténicas apropiadas de poda tanto de raíz como de ramas.  Plantar una semilla no siempre es solo colocarlas en tierra y ya, muchas especies requieren otro tipo de cuidados previos a ser plantadas para lograr con éxito su germinación.  Decimos que es la manera más larga ya que hay que esperar el proceso de germinación, nacimiento de la planta, crecimiento de la misma hasta que llega a una edad adecuada para su alambrado, podado y plantado en su maceta final.  Digamos un tiempo aproximado de espera de no menos de 5 o 6 años y para que sea llamado bonsai deberan pasar no menos de 8 o 10 años.  La ventaja de esta manera de obtenerlo es que conforme su crecimiento se pueden ir moldeando y no va a ser muy complicado alcanzar la forma pensada para el futuro bonsai.
  • Otra manera es obtener una planta de cualquier vivero.  En este caso se puede buscar una planta que cumpla los requierimientos básicos para convertirse en un futuro bonsai, esto ya fue descrito en un tema anterior.  De esta manera deben emplearse técnicas de envejecimiento prematuro para lograr un engrosamiento del tronco y alambrado para delinear la forma que deseamos darle a nuestra planta, esperar que brote para llenarse de hojas y tendremos nuestro bonsai, digamos un lapso de 2 o 3 años.
  • Obtener el árbol de la naturaleza.  Buscando en un bosque o área rural muchas veces encontramos buenísimos prospectos para crear un bonsai, a veces estos arboles o arbustos están en malas condiciones en donde se encuentran plantados, ya que sufren sequías, malas inclemencias del tiempo y ataques de plagas y enfermedades, asi que al ser trasladado a un lugar donde recibiran cuidados para ellos es maravilloso.  Al crecer estas plantas en lugares donde tienen una lucha por su sobrevivencia, van creando formas caprichosas y guardan las cicatrices de su lucha por la vida, esto mismo puede ser aprovechado por el bonsaista para darle apariencia dramática y bella a la vez.  A mi modo de ver esta es la mejor manera de conseguir un bonsai ya que hasta el alambrado en algunos casos es innecesario.
 

Bonsai, definición.

Bonsai (盆栽?) es una palabra japonesa que significa literalmente bon = 'bandeja' + sai = 'naturaleza', sin embargo su origen real procede del término chino 盆栽, penzai, que significa pén = 'bandeja' + zāi = 'cultivar').  Consiste en el arte de cultivar plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el transplante, la poda, el alambrado, el pinzado y otras, y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.

El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoistas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra. 

Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de culto.

En el sur de China, este arte consistía en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en maceta. Se buscaba reproducir estos árboles según los existentes en las altas montañas por lo cual utilizaban sólo especies que existían en los montes y que ya poseían formas especiales en su intensa lucha contra las adversidades climáticas.

Fue llevado a Japón hace unos 800 años, donde se perfeccionó y evolucionó al arte actual. Desafortunadamente, muchos de los especímenes más antiguos desaparecieron durante la segunda guerra mundial.

Un bonsái no es una planta genéticamente empequeñecida. Se mantiene pequeña dándole forma, podando el tronco, las hojas y las raíces cada cierto tiempo, dependiendo de la especie. Si se cultiva adecuadamente, sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie, pero si se hace de forma incorrecta, probablemente morirá.

En general, cualquier especie arbórea o arbustiva puede ser cultivada como bonsái, pero las más apreciadas por los aficionados son aquellas que poseen las hojas pequeñas de forma natural y además son resistentes al cultivo en maceta, como por ejemplo, las especies de los géneros: Arce, Pino, Olmo, Azalea, Ficus, Higo, Olivo, Enebro, Etc.

Es conveniente cultivarlos en el exterior durante todo el año. En el caso de las especies tropicales y subtropicales, éstos han de protegerse de las temperaturas bajas durante la época más fría, protegiéndolos en un invernadero frío muy bien iluminado. En todo caso, si se cultiva en el interior de casa, debe estar lejos de fuentes de calor y junto a una ventana muy luminosa, sin sol directo, sólo durante la época fría del año (otoño/invierno).

Se ha de regar cuando la superficie de la tierra comienza a secarse y de forma abundante, es decir, hasta que salga por el drenaje. Esto suele suceder dependiendo de muchos factores (época del año, clima de la zona, actividad del árbol, situación, etc.) y, por tanto, el riego puede ser necesario varias veces al día en verano o cada dos o tres días en invierno.

Se debe emplear una regadera de agujeros finos, para así aportar más oxígeno, evitar degradar el sustrato y no alterar su granulometría ni el drenaje del mismo. La primera vez, se riega para humedecer la tierra por encima y una segunda vez al cabo de unos minutos, a fondo, hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje de la maceta, evitando el encharcamiento de la tierra.
La mejor agua que se puede utilizar es la de lluvia, ya que es la que absorben las raíces de los árboles en su estado natural. Al utilizar agua de uso corriente se recomienda dejarla reposar como mínimo 24 horas, ya que de este modo gran parte del cloro y demás elementos químicos nocivos quedan en el fondo del recipiente. También es recomendable el uso de agua con un pH de 6,5.

La pulverización de las hojas sólo debe emplearse cuando se haya aplicado un tratamiento fungicida preventivo en primavera y otro en otoño, de lo contrario aparecerán los hongos, especialmente si el cultivo es en interior o invernadero.

Si la maceta está muy seca, o el agua no penetra bien en el suelo, es conveniente sumergir la maceta en agua y dejarla reposar unos minutos. No obstante, este sistema de riego sólo se debe utilizar en caso de emergencia y nunca como un método habitual de riego.

Extracto tomado de Wikipedia.